Emilio Rotela 2013

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sábado, 27 de septiembre de 2014

Emilio Rotela: Una década perdida con un gobierno sin culpas…

A diez años de la ilusión de cambios políticos y económicos favorables para Argentina, y unos promisorios primeros años de gobierno de Néstor Kirchner, nos encontramos todo un pueblo pagando la inoperancia, la corrupción más nefasta de todos los tiempos y la falta de oposición política creíble haciéndonos cargo de un relato populista que ha llegado a su fin.


Mientras tanto cada uno de los argentinos bien nacidos sostenemos todo esto con impuestos cada vez más altos, una inflación que no tiene techo y con hermanos que mueren en manos de “chorros” sin escrúpulos. Y todas esta cosas ante la mirada esquiva de un gobierno sin rumbo y donde la culpa de los errores son del otro.
Todas las crisis de estos últimos años, desde la 2015 con el campo hasta hoy con los fondos buitre, han demostrado que ante la inacción e inoperancia de estos funcionarios de turno fueron provocados por ellos mismos con la excusa de seguir perpetuándose en el poder  y así seguir manteniendo su tan mentado “nacional y popular”, este slogan que solo ha fomentado

Lamentablemente una clase de ciudadanos subsidiados ante la necesidad de sobrevivir y ante la falta de un trabajo digno para sus familias y ellos mismos. La impunidad de este relato sobrellevada por un ejecutivo y un poder legislativo mayoritario ha causado estragos en la sociedad Argentina, logrando la mayor división entre los argentinos.
Es increíble que en estos últimos años el discurso y los recursos de un gobierno hayan sido desviados para la lucha de poder  ante un medio  o de un grupo empresarial como Clarín tan mediático como ellos mismos. Como si la necesidad de la gente pasara ante los dichos o palabras de un programa de tv o unas líneas periodísticas.Haciendonos creer y subestimando la razón de todo un pueblo de que la lógica de los problemas ocurren por la acción deliberada de estos enemigos.


Pero para desgracia de ellos hay cosas que no se pueden tapar con las manos como la pobreza, la inseguridad, la inflación, la corrupción, la desigualdad y estas cosas parecen enervar a la presidenta y a su entorno de bufones mantenidos y cada vez menos aplaudidores.
Pero para desgracia de ellos y fortuna de un pueblo cansado, el ciudadano que trabaja y piensa ha agudizado su sentido de observación y entendimiento de los sucesos que día a día tiene que afrontar más allá de las cosas individuales de cada persona, porque ya los conflictos son individuales, partidistas o sectarios sino que atañen a un todo, entonces la respuesta es otra y a esta altura solo el pueblo decidirá cuando y como toda esta pantomima Kirchnerista terminara.


No se puede sostener por siempre la estrategia de que siempre la culpa es del otro, no permitir la autocrítica, buscando siempre un nuevo enemigo, distorsionando el mensaje y la realidad. El pueblo ha entendido y comprendido que este gobierno ha traspasado todas las normas legales y constitucionales con el fin de llevar adelante sus espurios proyectos puramente revanchista y cargado de cólera y resentimiento donde la historia ya los había echado de una plaza por querer  en aquel entonces hacer prevalecer por la intolerancia sus pensamientos.
Reitero una vez más que los ciudadanos debemos exigir que nuestros representantes sean justamente los que representan el sentir del pueblo y reveladores de la situación real del país, para que entre todos podamos buscar una solución y salida  a los problemas. Y que cada uno desde el lugar que le toque coloque su grano de arena, el ejecutivo gobernando, el legislativo legislando leyes y proyectos reales para la ciudadanía y el judicial haciendo cumplir verdaderamente las leyes.
Si bien este gobierno Kirchnerista-Cristinista abanderado la mayor corrupción política e institucional de todos los tiempos tiene su culpa, también los ciudadanos deberemos levantar este “muerto” sea como sea y que esta década nos haya servido y enseñado a discernir entre el discurso berborragico y electoralista, ante la búsqueda sensata de la equidad y justicia de otros. Y de ultima que si nos va mal sea por culpa de todos y no de unos cuantos .



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