Como acostumbra, la presidente Cristina Fernández encomendó a dos de sus secuaces la ardua tarea de calmar los hoy violentos ánimos de Hugo Moyano hacia el Gobierno. Amado Boudou y Julio de Vido, más el segundo que el primero, se reunirán este mediodía para cumplir el desafío con el gremialista. ¿Podrá descomprimir el malestar gremial? No lo harán sin atender reclamos.