En pocas horas, tras los resultados del domingo, saltaron los reproches y las acusaciones cruzadas. Ya comenzaron a escucharse los primeros cruces verbales que desnudan una interna que siempre estuvo latente en el kirchnerismo. Mientras algunos piden una autocrítica de los máximos referentes, otros por lo bajo identifican culpables y algunos no dudan en solicitar la intervención a los gritos. El intendente Camau Espínola quedó en el centro de las miradas “fabianistas”, mientras que el presidente partidario es el blanco de los reproches de la mayoría de los jefes comunales.
Cuando aún no pasaron veinticuatro horas de la dura derrota electoral que sufrió el domingo el Frente para la Victoria, especialmente en la capital, ya comenzaron a escucharse los primeros cruces verbales que desnudan una interna que siempre estuvo latente, pero que el esfuerzo por imponer la figura presidencial de Cristina Kirchner mantuvo tapado.
El primero en salir a criticar fue el dirigente sindical Emilio Rotella. El camionero, podría decirse que fue uno de los ganadores de estas elecciones, ya que se cumplió su pronóstico electoral: que el PJ sería el perdedor. “Una cosa es la imagen de la Presidenta y otra cosa, los impresentables de la cooperativa. La gente vio en los afiches a la compañera y su fuerza en el país. Tienen que aprender, como hicieron los partidos provinciales. Decían que Ricardo Colombi estaba contra la pared, y miren, de la nada han salido para adelante, ese empuje y esa coherencia es lo que hay que rescatar y uno no deja de ser peronista por reconocer esto”, sostuvo.
Rotella pidió que “den un paso al costado”, y apuntó a Rubén Pruyas: “Dijo una vez que está más allá del bien y del mal; es un descarado, ya fue vicegobernador, diputado; no largan nada ni a palos, esto lo está llevando al PJ al infierno. Se creen en la superestructura, no pisan la realidad”, dijo totalmente sacado el dirigente camionero.
Por su parte, la intendenta de Bella Vista, Nancy Sand se mostró sorprendida ya que consideraba que el FpV iba a ganar. “Yo me mantuve al margen, cumplí con mi trabajo en Bella Vista para el partido y gané. Yo no me tengo que hacer ninguna autocrítica, sí los que tomaron las decisiones en su momento. Porque por algo perdió el Frente para la Victoria, en algo no satisfizo a la comunidad. Tienen que hacer una autocrítica, no hay que ser necios”, remarcó.
Sand, intendenta que ganó en su territorio, aseguró que “no hay que ningunear ni subestimar el voto. No critico a la conducción, lo que pienso ya lo manifesté en tiempo y forma. Tampoco estoy molesta con alguien en particular, al contrario, he llamado para festejar en conjunto los números de Bella Vista y ahí me enteré que los resultados eran adversos en la provincia”.
Mientras que el dirigente Alejandro Karlem anunció que volverá a insistir ante el Consejo Nacional Justicialista con la intervención al PJ correntino. El electo diputado Hugo Vallejos recordó que el fallecido Hugo Tury Perié, “que en este caso era un sabio, hubiera dicho no festejen tanto y pónganse a trabajar”. Vallejos admitió que no hubo un error, “son varios errores tomados de la totalidad, eso hay que analizarlo punto por punto”, dijo.
La interna más salvaje entre “fabianistas” y seguidores de Camau se palpaba en el aire en la sede del Frente para la Victoria ya en la noche del domingo, sobre todo cuando un funcionario municipal comenzó a dar órdenes, cuando los resultados aún no se conocían, organizando la caravana de la victoria que nunca llegó.
Las miradas y los comentarios por lo bajo, incluso de algunos que abrazaron al derrotado jefe comunal capitalino, apuntaban directamente a su figura, lo responsabilizan por la derrota en Capital y aseguran que eso terminó sepultando las aspiraciones provinciales.
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