Moyano sube la presión y dice que no va a “retroceder un centímetro” Reclamó lugares en las listas K y llamó a “reventar” el acto por el Día de los Trabajadores.

Algunos activistas gremiales ya empezaban a enrollar sus banderas y se preparaban para irse del acto en homenaje a Saúl Ubaldini cuando sobre la hora finalmente apareció Hugo Moyano. Llevaba puesto su clásico blazer oscuro y mostraba una sonrisa de oreja a oreja. Esa aparente simpatía se le borró apenas comenzó un durísimo discurso en el que volvió a meter presión: “Cuando se trate de lucha, cuando se trate de pelea, cuando se trate de defender los intereses de los trabajadores, ahí encabezaré lo que sea necesario”. También advirtió que la CGT no está “dispuesta a retroceder un centímetro” en sus conquistas.

En los menos de 11 minutos que se extendió su discurso, el camionero también aprovechó para respaldar la candidatura de Amado Boudou a jefe de Gobierno porteño y para reclamar lugares en las listas del oficialismo para el movimiento sindical. También llamó a “reventar” la Avenida 9 de Julio en el acto por el Día de los Trabajadores que la central sindical organiza para el próximo 29 de abril. Ese día, sostuvo el jefe de la CGT, “vamos a demostrarle a quienes nos atacan permanentemente si los trabajadores le creen al diario Clarín o le creen a Moyano”. La CGT pretende movilizar para ese acto a 500.000 personas.

El acto -se hizo ayer a la mañana, en el estadio de Ferro- fue para homenajear un paro que hace 29 años lideró el fallecido Ubaldini contra la dictadura militar. Detrás del escenario, un afiche con un retrato del cervecero sostenía: “30 de marzo de 1982: la CGT ganó la calle contra la dictadura. 30 de marzo de 2011: la hora de los trabajadores para profundizar el modelo”.

Aunque los gremios aseguraban haber movilizado a media máquina, el lugar quedó chico. Por el ruido de los bombos y los cánticos fue casi imposible escuchar los discursos del metalúrgico Roberto Bonetti, del judicial Julio Piumato y del municipal Alejandro Amor.

Apenas Amor finalizó su discurso, se dio el acto por terminado. Justo ahí Moyano, que venía de negociar su paritaria que cerró por el 24% a la noche en la Casa Rosada, mandó avisar que estaba cerca y que lo esperaran. El taxista Omar Viviani, entonces, resolvió ponerse el acto al hombro: tomó el micrófono y dio un encendido discurso que se extendió hasta que llegó el camionero.

“En principio quiero pedir disculpas por no haber llegado a tiempo a este acto maravilloso de los trabajadores que se recuerda a uno de los líderes más importantes de la historia del movimiento obrero argentino, al compañero Saúl Ubaldini”, empezó Moyano.

Luego, se refirió a una de las cuestiones que más tensa la relación de la CGT con el Gobierno: el armado electoral para los comicios de este año. “Los hombres y mujeres que proponemos para asumir responsabilidades, los primeros problemas que tendrán que solucionar son los problemas de todos los trabajadores”, dijo. Desde la primera fila el discurso era seguido con atención por el diputado ultra K Carlos Kunkel. “Es el comisario político”, comentó un gremialista cuando llegó Kunkel .

El armado electoral también fue mencionado por el judicial Piumato en su discurso. Con orgullo, detalló que de los 16 legisladores provinciales electos en Chubut por el Frente para la Victoria, 5 provienen del sindicalismo.

Hacia el final de su discurso, Moyano sostuvo que sindicalismo tiene “una prueba de fuego” en la conmemoración del Día de los Trabajadores. “Están todas las organizaciones convocadas para venir a reventar la Avenida 9 de Julio. Vamos a demostrarles que Moyano no interesa. Que aquí lo que interesa es que se respete el derecho de los trabajadores y por eso vamos a demostrar que no estamos dispuestos a retroceder un centímetro en las conquistas que hemos logrado. Y vamos a pelear palmo a palmo esas conquistas, que nadie se equivoque. A los trabajadores argentinos nunca más nos van a llevar por delante”.