Emilio Rotela 2013

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Emilio Rotela 2013

jueves, 13 de febrero de 2014

Emilio Rotela: La culpa es de otros y el país de las maravillas Kirchnerista.

Sin respuestas propias que justifiquen la continuidad del modelo nacional y popular de una “década perdida”los argentinos somos sentenciados a un ajuste económico más que ortodoxo que indica que al gobierno se le han quemado todos los libros y nos demuestra la incapacidad de los funcionarios que solo están para cubrir la ingobernalidad del poder de turno, cumpliendo bien solo con sus puestos como aplaudidores de su jefa. Seguimos con perplejidad como la obstinación, la testarudes, la omnipotencia y la obsecuencia siguen siendo la herramienta que el gobierno mantiene como único sustento y al cual ya nos tiene arto acostumbrados.


Pero el ardid presidencial de esquivarle siempre al bulto y presentar a los problemas como conspiraciones antipatrióticas ya no mellan ante los reclamos de una sociedad cansada de ser bastardeada por un grupo de funcionarios inescrupulosos bien pagos y que para colmo ante la minina situación de malestar no tienen el mínimo descaro de maltratarse entre ellos mismos con permanentes desmentidas,”yo no fui, yo no dije eso”etc.

Nadie se hace responsable de la escalada inflacionaria ni tampoco la mencionan, solo se dan anuncios desesperados y críticas a aquellos que piensan distinto, denostando la incapacidad del entorno de Cristina una constante de su gobierno, que con su aprobación han sido puestos en esas funciones. Para demostrar esto podemos mencionar que en sus dos últimas apariciones del año solo han sido para presentar mas subsidios que acallen rumores y un magro aumento a jubilados que siguen viendo como sus aportes del ANSES son utilizados a destajo por la corrupción gubernamental.

La acusación al empresariado de saquear bolsillos a los trabajadores con coro gregoriano de “los pibes para la liberación” y regacear de quienes ya no lo son, forma parte de un rito diluido, de modo paradójico, por una reiteración innecesaria que despoja al discurso de connotación positiva hasta, literalmente, matarlo. Bien utilizada, es una herramienta de la retórica que facilita sostener una línea argumental. Mera demagogia, a que aquellos que ayer eran socios y amigos y que hoy son los antipatriotas del modelo.
La falacia y el rebusque del discurso gubernamental es constante, incluso hasta a veces incomprendido ya que lo que ayer era bueno hoy ya no lo es; como referencia tomo lo dicho por el compañero Moyano hace un tiempo con referencia a las paritarias quien decía de que debían ser anuales y que en ese momento fue discutido por la CGT aplaudidora y el propio gobierno, ya que estos decían que debían ser semestrales. Hoy ante una economía devastada, una inflación imparable y la falta de recurso tanto monetario como humano, es el mismo gobierno quien sale a defender las paritarias únicas y anuales. Eso sí, ordeno a sus gremios y sindicalistas obsecuentes a bajar decibeles ante sus afiliados y trabajadores ajustando los pedidos de aumento no mas allá de un 25%, incluso llegando a renegar por cadena nacional al referente  de la CGT Antonio Caló por asegurar que “hay gente a la que ya no le alcanza para comer.”
 Ahora bien, debemos comenzar a tomar conciencia de los difíciles momentos por lo que estamos atravesando y los que vendrán, la desocupación y la precarización del trabajo es cada vez mayor, y el profundo ajuste realizado por el gobierno implica ya la paralización de obras y de fuentes de trabajo. Y como siempre estos ajustes solo afectan más y de sobremanera a los sectores vulnerables y desprotegidos, es por ello que debemos fomentar las mesas de diálogos sociales no solo para discutir lo salarial sino también un modelo de país con políticas verdaderas de estado sustentables en el tiempo, no hay más lugar para la improvisación
La única manera de combatir la inflación es con más fuentes de trabajo genuino que sustenten una producción constante en los distintos sectores productivos, debemos aprovechar el potencial de recursos materiales, económicos y humanos de los argentinos, pero para ello los recursos de la ANSES deben estar dirigidos a estos y no para sostener un proyecto de país subsidiado, que solo a denigrado en una década toda una sociedad a sobrevivir gracias a las dadivas de un gobierno corrupto e inoperante.

Este gobierno que a través de los años solo fue acrecentando su filosofía demagógica a costa de los más necesitados tendrá en algún momento que rendir cuenta ante la sociedad de lo realizado en esta década perdida. Lo que si podemos decir es que ya no pueden seguir culpando a otros de sus propios errores por no decir horrores, por su total desgobierno e inoperancia, y que hasta aquí llego la película del relato, solo con humildad y sabiduría se podría cambiar el rumbo del país, cosa que será difícil viniendo de quien nos gobierna.

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