La CGT lo sintió como una victoria propia Moyano, conforme por la suba en los beneficios

Si bien Hugo Moyano había pedido inicialmente eliminar los topes de las asignaciones familiares, la suba en los límites que anunció ayer Cristina Kirchner fue tomada como una victoria propia en la cúpula de la CGT.

Eliminar o subir los topes en las asignaciones familiares fue el compromiso que adoptó el Gobierno con la CGT y un sector de la CTA para destrabar la negociación por el salario mínimo, vital y móvil, llevada a cabo el 26 de agosto pasado en el piso 18 del Ministerio de Trabajo.

Tanto Moyano como Hugo Yasky, de la CTA, celebraron ayer el alza que dispuso la Presidenta. "Es excelente y estamos conformes", dijo el referente de los camioneros a través de la agencia Télam.

Por el mismo medio, el docente Yasky opinó: "Se siguen elevando los derechos sociales en la Argentina".

Moyano le transmitió su conformidad a la cúpula de la CGT durante un encuentro de gremialistas vinculados al transporte, que se desarrolló ayer en el Sindicato de Peones de Taxi.

El líder sindical intentó mostrarlo como un triunfo propio delante de su tropa. Incluso, uno de sus dirigentes más cercanos así lo expresó. "La Presidenta aumentó los topes de las asignaciones familiares a pedido de la CGT", escribió el judicial Julio Piumato en su cuenta de Twitter.

Los otros sectores de la CGT que no responden directamente al liderazgo de Moyano también se mostraron a gusto con el anuncio presidencial. "Es una medida que conforma a todos. Fue un acto más social, acorde con lo que viene haciendo Cristina. Eliminar los topes era muy difícil porque se disparaban los costos. Pero es una suba que beneficiará a unos tres millones y medio de personas", comentó a LA NACION José Luis Lingeri, del sindicato de Obras Sanitarias.

La modificación en los topes de las asignaciones familiares se efectivizó justo cuando se vencía el plazo que se había establecido durante el encuentro por el salario mínimo. De hecho, más de un moyanista se mostró inquieto e impaciente ante la falta de precisiones que recibía al consultar sobre el tema en el Ministerio de Trabajo.

El anuncio presidencial de ayer tomó por asalto a los sindicalistas. Ni el más optimista esperaba que se resolviera de esta manera, sin una negociación de por medio entre los gremios, empresarios y el Gobierno. Es más, anteanoche, tras un acto que organizó la Juventud Sindical en la CGT, ningún dirigente sospechaba que Cristina Kirchner podría hacer oficial la medida.

"Fue una buena sorpresa. Una gran noticia que nos ahorra tiempo y ganas de negociación", analizó un moyanista.