En su alocución Moyano manifestó su preocupación por la presión que el gobierno ejerce sobre algunos sindicatos, especialmente los alineados al gobierno, para que el tope máximo de aumento no supere el 30% perjudicando de sobremanera el bolsillo de los trabajadores, demostrando el avasallamiento que una y otra vez el gobierne quiere ejercer sobre el pueblo trabajador. Descarto de plano lo manifestado por el metalúrgico Antonio Calo que salió en defensa del gobierno manifestando que este era un paro netamente político.
Este apareamiento de algunos sindicalistas aferrados al gobierno y poder de turno solo ha sido aprovechado justamente en beneficio del poder central, que de esta manera a querido quebrar la unidad sindical, pero lo que ha logrado es diferenciar perfectamente a los dirigentes que luchan por los intereses de sus trabajadores y a aquellos que solo buscan la cobija de los funcionarios del poder en desmedro, repitió una vez más, de cada uno de sus trabajadores, resalto Moyano.
Por su parte Emilio Rotela, secretario general por Corrientes e integrante del Consejo Nacional de Camioneros, dijo que se ha definido perfectamente los lineamientos a nivel nacional con referencia al próximo paro del día 10.En primer lugar los trabajadores no pueden seguir asumiendo el costo político y social de las falencias de un gobierno nacional que sigue perdido en sus incongruencias en todos sus roles, llámese trabajo, educación, salud, justicia, y que decir de lo económico.
En este marco político y social, ha quedado más que demostrado que este gobierno demagógico y populista sustentado en su momento por las bonanza de las arcas del Banco Central (ahora diezmado) ha llegado a su fin. La concentración de poder a repercutido hondo en las instituciones republicanas, y la hegemonía que persigue el partido oficial, han llevado a un funcionamiento autoritario nunca visto del Estado que impacta al pasar de los días en la realidad y la cultura del pueblo. Ya que esta demagogia y populismo es la que ha llevado a la gente a caer(en esta década perdida) en la nociva y equivocada acción de perseguir cambios políticos e institucionales atravez del beneficio subsidiado, y no a través del esfuerzo personal y del trabajo genuino y digno.
Como corolario queda por decir y pensar que este encuentro de los trabajadores, de los más diversos sectores, unidos en este llamado a paro nacional sirva para unificar criterios y un llamado a los políticos ausentes en búsqueda a una real salida a esta crisis en el que nos ha sumergido este gobierno corrupto. Si así fuere, y estoy convencido de ello, no será más que la demostración una vez más de que la columna vertebral de toda sociedad y país son los trabajadores y que un país se hace y crece solo por medio y a través del trabajo, la educación y respetando y manteniendo su cultura.
Este paro no es solo por el alto índice de inflación que devora el salario de los trabajadores, es también por una jubilación digna para nuestros mayores, contra la inseguridad que día a día nos toca vivir, por el flagelo de la droga que ha calado hondo en nuestra sociedad y especialmente en nuestros jóvenes. Pero especialmente digo que cada argentino debe pensar y asumir el compromiso de cuál es el país en el que queremos vivir.
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