Emilio Rotela: El cambio que el país todo espera solo vendrá del pueblo.

Cada ves mas los argentinos por causalidad de sus gobernantes nos estamos sumergiendo en una maraña de desaciertos que van de lo económico pasa por lo político y llega a lo social.La obstinación de los kirchneristas, encabezado por la Presidenta, en crispar la paciencia de los argentinos con reiteradas “cadenas nacionales” en donde la improligidad, obsecuencia, y la perdida total de la realidad dejan cada ves mas al descubierto de que este gobierno ha perdido el rumbo por completo.

Su obstinación, pero por sobre todo su alto grado de corrupción nos demuestran día a día de que la bonanza argentina dentro de muy poco solo será un recuerdo para el ciudadano común y que la oportunidad de poder ver un futuro mejor una ves mas se nos ha escapado de las manos a causa de la inmoralidad y corrupción de nuestros funcionarios que han aprovechado la oportunidad de este descontrol para llenarse sus bolsillos con el dinero de cada trabajador argentino.

Poco a poco han ido induciendo al pueblo a un sistema dictatorial, tipo Chavista, en donde la razón de la sin razón y la implementación de la incoherencia a través de decretos y leyes apoyadas en una mayoría parlamentaria corrupta están marginando al pueblo argentino de una posibilidad única en su historia de poder ser una potencia ante el derrumbe económico europeo.Las trabas a la importación y exportación, la pesificación monetaria(solo para el pueblo por su puesto) son las cosas que últimamente estamos viviendo los argentinos; cuando por otro lado vemos que la corrupción de los legisladores del FPV en el senado se abrasaban con el vicepresidente como si este fuera un héroe luego de la media sanción por CICONE….gotas de agua que van rebalsando el vaso.

La pobreza golpea cada ves mas a los trabajadores y al pueblo en general, aunque para el INDEC podamos comer por $6 diarios, y es esta política devastadora que de popular y federal no tiene nada la que aprovecha la miseria de la gente para valerse de sus voluntades, y ya lo dice el refrán “la necesidad tiene cara de hereje”. La calaña de estos personajes instalados en el gobierno nacional nos demuestran de lo cuan miserable puede ser el ser humano ante su prójimo…yo te doy, vos aplaudime y vótame.

Ante este esquema nacional que podemos entonces esperar nosotros los correntinos de nuestros legisladores nacionales del FPV, nada. Y como en tantas otras ocasiones y circunstancias lo siguen demostrando a través de sus actos últimos como lo fue el tema de los okupas donde jugando con la necesidad cierta de muchos correntinos incentivaron e incentivan a que estos se olviden de sus derechos verdaderos pero también de sus obligaciones como cualquier ciudadano común.

Siguen demostrando su estreches de mente que solo les sirve y alcanza para pensar en sus intereses privados y egoístas, dejando a la vista de todos de que su perversidad política y humana siguen desquiciando el verdadero rol de funcionarios y políticos para aquellos que los votaron; bien deberían darse cuenta de que sus actos de permanente confrontación y de acciones sin sentido solo sirven, como en el orden nacional, para crispar el animo de la gente.

Correntinos, hoy más que nunca debemos estar unidos y fortalecidos, el futuro mismo de nuestros intereses como partes de este país están en juego. La soberbia con que este gobierno se ha manejado hasta ahora ha sobrepasado todos los limites de tolerancia posible, el nivel de corrupción e inacción ya han superado sus propios términos. Cada uno de nosotros deberemos luchar para que esta triste realidad cambie, el cambio si os i debe venir del pueblo no esperemos por mas dadivas y migajas, la dignidad de cada ser esta por sobre todas las cosas.

El pueblo correntino es un pueblo luchador pero a su vez sufrido y marginado, por ello debe asumir que el cambio es ahora o nunca, el cambio es del y para el pueblo, y cada uno será responsable de este destino que indefectiblemente para nuestra gente debe ser el hoy de una transformación que ya no puede seguir esperando.