El contexto de desencuentros entre la Administración Ricardo Colombi y los gremios no es nuevo. Luego de una breve “luna de miel”, tras la asunción de la nueva administración provincial; de a poco el clima se comenzó a caldear. Desde febrero pasado los sindicatos comenzaron a intensificar sus demandas y reclamos laborales y salariales.
Las primeras reacciones se dieron después de que Ricardo Colombi derogó las recategorizaciones y los pases a planta permanente, que otorgó la gestión anterior, y alcanzaron a 5.500 empleados. Después vinieron los despidos masivos.
Según los gremios, el Gobierno ya cesanteó a unas 4.500 personas dependientes del Ministerio de Educación, Salud, Gobierno y Justicia y Hacienda (sin contar los 5.300 becarios dados de baja en la Secretaría de Desarrollo Humano); con lo que el Estado ya se habría ahorrado unos $50 millones mensuales en sueldos que dejó de pagar.
La respuesta de las organizaciones de trabajadores estatales no se hizo esperar luego de las duras críticas del Gobernador. Esta semana se vivirá un tenso clima de acusaciones cruzadas entre sindicatos y el Gobierno; y sucesiones de paros y protestas callejeras.
Algunas reincorporaciones (256 empleados reingresaron en Salud - Decreto 1526/10) y el incremento salarial sólo minimizaron los reclamos pero no desactivó la lucha sindical.
El aumento de $350 remunerativos no bonificables fue calificado de “insuficiente” por los sindicatos, que respondieron el anuncio con una marcha el mismo día del anuncio de mejora salarial.
Desde marzo hasta ahora pasaron las amenazas de medidas de fuerza de los maestros; los paros de los bancarios y de los trabajadores de la DPEC. Esta semana que inicia será una de las más críticas y el nivel de conflictividad parece que llegó a su punto más álgido. Los gremios estatales se proponen profundizar sus reclamos, inundando de trabajadores las calles. Será el próximo miércoles 12, con una marcha que será encabezada por los maestros.
Las demás organizaciones que representan a empleados de la administración central, amenazan con instalar carpas de protestas en diferentes plazas de la Provincia y cortar rutas y calles pidiendo “la reincorporación inmediata de los despedidos”. La primera carpa ya fue instalada por unos 150 cesanteados el viernes pasado en Mercedes, el mismo día que el Gobernador presidió un acto partidario y fustigó a los gremios desde esa localidad.
Colombi dijo que al Gobierno no le sobra más dinero para aumentos y que “las finanzas de la Provincia están al límite”. Que el último “aumento salarial” significan “$22 millones” extras por mes, lo que habría elevado la masa salarial “a $190 millones” mensuales.
Constantemente, el Mandatario sostiene que las personas echadas están bien despedidas, porque fueron designadas políticamente el año pasado. Estas definiciones desataron la furia sindical que aseguran que, entre los cesanteados, hay “miles de personas” que llevaban entre siete y 14 años “trabajando como contratados o en negro” en el Estado, y que el Gobernador no puede meter a todos “en la misma bolsa”.
Hasta el arzobispo de Corrientes, Andrés Stanovnik, dio su apreciación al respecto. Recibió a los secretarios generales de ATE y de CTA, les sugirió “no bajar los brazos y seguir luchando por la reincorporación” de los despedidos. Alentó a los sindicalistas, se comprometió “en hacer todo lo que está a su alcance”. El sábado, en Itatí; Stanovnik le pidió a los gobernantes más diálogo, políticas inclusivas, luchar contra la pobreza y la “precarización laboral”.
Las constantes críticas del Gobernador a los sindicatos son el combustible que están agrandando las llamas del malestar gremial. Por primera vez, esta semana todos los sindicatos docentes se unirán en una medida de fuerza. Serán acompañados el miércoles 12 en la marcha por otras 16 organizaciones gremiales.
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