El año
electoral como lo esperábamos mantiene y aumenta su ritmo según lo esperado,
pero todo un pueblo como su economía y sus avatares diarios siguen sin
descanso. Si bien la política debería estar cerca del pueblo o viceversa esto
no es así, al hombre común solo le preocupa su supervivencia. Supervivencia
ante los problemas labores y económicos al que se enfrenta, ante el cada vez
más endeble sueldo y la inflación que la come, y lo que es más grave aún el
sobrevivir ante tanta inseguridad y el desbastador avance de las drogas en las
calles.
Solo los
medios originan a diario encabezados para mantenerse en el rating cotidiano,
cuando los argentinos comunes ya tienen decidido su voto futuro y solo espera
que lo que venga sea verdaderamente un cambio. Demostrando una vez más la
lejanía entre el pueblo y el arco político preocupado cada vez más en su
supervivencia en los poderes del estado y el mantenimiento del nivel de vida
alcanzado durante estas décadas.
Hasta el
menos avezado sabe que el próximo gobierno tendrá grandes dolores de cabeza
para poder ordenar la situación fiscal, el endeudamiento interno y externo,
poder controlar las variables de una economía atada con alambres. Y sabe además
que el que venga nuevamente acudirá a la solidaridad del pueblo para poder
seguir adelante, y ese pueblo no es otro que el de los trabajadores; la gran
interrogante será como incluir a los miles y miles de argentinos que fueron
llevados a la denigración de los subsidios y planes.
Pero quiero
resaltar por sobre todas las cosas la importancia que los trabajadores atravez
de sus gremios y representantes tendrán ante esta situación por todos ya
sabida. De qué forma el gobierno entrante podrá garantizar la estabilidad
laborar y lo que es mayor y más importante aún la creación de nuevas fuentes de
trabajo. Ya que esta es la única manera de poder obtener ingresos genuinos y
emprender así el crecimiento agro industrial de nuestro país.
Si bien los
argentinos tenemos que vivir el presente debemos ver también el más allá de las
cosas y del tiempo, en esta mirada cada uno sabrá en quien confiar de acuerdo a
lo que allá vivido o esté viviendo. Los márgenes de errores para nuestro país y
en particular nuestro pueblo son muy poco flexibles, ya que hemos cometido
muchos errores por ignorancia o por intolerancia en otras.
Si bien los
trabajadores asuman el compromiso de acompañar al gobierno entrante, también
deberá asumir la responsabilidad de comprometerse y comprometer a su gente en
la política misma, teniendo representantes en los distintos estamentos
políticos que sepan de las necesidades verdaderas del pueblo, y que contribuyan
atraves de propuestas y compromiso de vida que los dignifiquen como tales.
De aquí a
octubre en la Argentina para que los problemas comunes a todos sean atacados de
una vez por todas a fondo, deberán suceder cosas que denoten un cambio en la
vida de nuestra sociedad, cambios estructurales y de base que en muchos casos
van más allá de un acto electoral. Resalto y Finalizo Rotela
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