El uso demagógico de Nacional y Popular que este
gobierno ha hecho de estas dos palabras, ha sido en esta década su principal
caballito de batalla. Pero cuando el interés de sus gobernantes solo se limita
al poder de sus apetencias económicas propias, estas se transforman en lo que
actualmente son Nacionalismo solo para sus negocios propios y Populista solo
para sus seguidores ávidos de unas migajas de esas riquezas.
Desde la visión del
ciudadano común o del hombre que todas las mañanas se levanta a trabajar en
busca del sustento de su familia dignamente, esto es una afrenta a su
inteligencia y al esfuerzo cotidiano. Y si en algo este gobierno en esta década
ha ganado ha sido en esta parte, la división de todo un país. Un país que
trabaja y se esfuerza dignamente y el otro sustentando en un gobierno que por
medio de dadivas y subsidios los ha obligado a doblegarse a ellos ante la
necesidad de supervivencia.
Este gobierno ha estado de
espalda al país desde siempre, donde la razón sin razón solo es y les pertenece
a ellos, en este caso a ella ya que es quien según sus tiempos cíclicos hace y
deshace a su antojo. Nadie puede opinar ni proponer, aunque sea el más encumbrado
en esa especialidad, ya que para ello surgen diariamente de sus filas algún iluminado en tal o cual
materia.
El desafío para el
gobierno venidero será la reconstrucción primaria de la dignidad de los
argentinos, la responsabilidad de revalorizar prioridades en una sociedad
devastada por un populismo nefasto carente de principios.
En la Argentina futura se
deberá tomar en serio la mil veces nombrada “políticas de estado”, a través de
las responsabilidades que le atañan a cada uno desde su lugar de trabajo, desde
el presidente hasta el más humilde trabajador. No hay fórmulas mágicas, debemos
dejar las oratorias demagógicas y comenzar a hacer y después hablar.
Desde las bases y las
organizaciones que integran los trabajadores hace ya más de dos años y atraves
de 21 puntos, se señalaban las prioridades cuasi constitucionales que el
gobierno nacional debía asumir cambios y responsabilidades.Veinti un puntos que
no son caprichosos sino que conforman la vida y el cotidiano vivir de cada
argentino, entre alguno de estos quiero remarcar algunos y otro dejarlos para
una próxima entrevista, a saber:
Política
Internacional: elaborar una estrategia de defensa regional, orientada a proteger la
soberanía continental y nuestros recursos naturales; desarrollar industrias
estratégicas y de innovación tecnológica que permitan una verdadera autodeterminación
del continente.
Defensa Nacional, rescatar a nuestras Fuerzas Armadas de su estado
operacional cuasi—vegetativo. Debemos dar vida nuevamente a la industria
nacional de defensa, incorporando los últimos avances tecnológicos,
prescindiendo en este camino de la intervención y/o dependencia de cualquier
potencia. Clave de defensa suramericana de nuestros recursos naturales,
integridad territorial y custodia de su soberanía plena.
Política Industrial: Debemos decididamente fomentar el desarrollo de nuestras
industrias estratégicas, vedadas hasta el momento por las apetencias de las
redes financieras globales. Es imperativo impulsar un cambio estructural de
nuestra matriz productiva —fuertemente primarizada y extranjerizada— que nos
permita dar un salto de meros “ensambladores” a verdaderos fabricantes, sin
depender innecesariamente de la importación.
Política Energética: Todas las organizaciones del quehacer
nacional deben ser solidarias e interactuar para que la implementación de
una nueva matriz energética no esté sujeta a cuestiones mediáticas y políticas
cortoplacista. Se requieren medidas urgentes para la recuperación de reservas
en yacimientos maduros, reacondicionando instalaciones para optimizar su valor.
Protección del Medio Ambiente: Es necesario que se institucionalicen
programas y centros de investigación y monitoreo del uso y conservación de los
recursos naturales. Fortalecimiento del sistema de observaciones
meteorológicas, no solo para prevención sino para determinar la
mejor localización de actividades de producción.
Transporte : Resulta impostergable la creación de un Plan
Maestro de Transporte, basado en un sistema multimodal estratégico —con visión
sistémica— donde se combinen una red de áreas ferroviarias, marítimas,
aeronáuticas, fluviales y terrestres utilizando los mecanismos más modernos de
complementación y aprovechamiento de las ventajas relativas de cada uno de los
medios involucrados.
Sistema Financiero: La política crediticia debe estar orientada y
regulada por el Estado y no por el Mercado. Asimismo, se garantizara el acceso
de todos los habitantes al crédito resguardando sus derechos como
usuarios, otorgando una cuenta gratuita para todos y caja de ahorro para
los menores de edad.
Estadísticas: será imprescindible contar con un INDEC donde los
criterios de medición sean serios, precisos y confiables.
Distribución de la riqueza: Reformar progresivamente el sistema
tributario, es una importante herramienta para propender a la justicia Social,
tender a una mayor racionalidad y equidad en la carga tributaria y
revertir los niveles de desigualdad existentes en nuestra sociedad.
Coparticipación
Federal:
Es obligación del poder central garantizar la unidad y cohesión nacional,
logrando que las provincias obtengan los recursos necesarios para cumplir con
sus atribuciones constitucionales. El debate debe centralizarse en: a) como
se conforma la masa coparticipable, y b) como se estructura el gasto en
las administraciones provinciales.
Me queda entonces para otra oportunidad el
tratamiento de los siguientes puntos: Comercio exterior e interior, Combate a
la pobreza e indigencia, Seguridad, Justicia, Vivienda, Libertad de Expresión,
Seguridad Social, Salud, Educación, Cultura.
Si vemos desde estos puntos el cambio y
compromiso de nuestros próximos gobernantes, puede ser que nos encaminemos a
una política de estado justa y equitativa para todos, y nos convenzamos que el
falso nacionalismo es el poder de pocos y el populismo la miseria de muchos.
Finalizo Rotela
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