En el marco de la convocatoria realizada
por la CGT Azopardo que se llevo a cabo ayer miércoles 14 en
Plaza de Mayo, el referente camionero correntino Emilio Rotela que estuvo
presente junto a delegados y afiliados del sindicato en el acto nos comento su
impresión de lo vivido en respuesta a esta convocatoria.
Como en todos los actos y convocatorias en
la que estamos presente les puedo decir que esta tuvo un ingrediente emotivo
con la presencia en el escenario de los niños (futuro del país) y la de
nuestros jubilados y marginados totales para este gobierno. Creo que el documente
realizado por la CGT fue muy claro con respecto a los reclamos por los cuales
los trabajadores fuimos convocados, la ausencia autista del gobierno a
problemas tan sensibles a nuestra sociedad como lo son, la inseguridad, la
inflación, la pobreza, la marginación, la corrupción.
Durante muchos años ya, tres si no me
equivoco, que en muchas entrevistas yo ya plantee estos problemas, como así
también la falta de respuesta de este gobierno que solo se maneja por estímulos
del momento, pero sin ideas. Estos temas deberían ser ya políticas de estado
perdurables en el tiempo gobierne quien gobierne, y aquí también se
responsabiliza a la clase dirigencial política y también gremial que no han
sabido responder a los reclamos de todo un pueblo.
Hoy en día se está reclamando garantizar,
lo mínimo que sea, la seguridad alimentaria para miles de argentinos que viven
en la pobreza y la marginación, argentinos que quedaron fuera del sistema por
la falta de fuentes de trabajos genuinos que fueron envueltos en la maraña
subsidiaria de este gobierno populista que solo a fuerza de impuestos puede
hasta ahora sostener este gran déficit.
Si al hombre no se lo dignifica con un
trabajo digno es muy difícil que podamos
superar estas cuestiones, y esto ya no es un problema solo del oficialismo sino
también de los opositores y de cada uno de nosotros. Los argentinos debemos
aprender que con solo quejarnos se solucionan los problemas, porque todos nos
quejamos pero a la hora de ser firmes en los reclamos, siempre es el pueblo
trabajador el que sale a las calles y es el más castigado a la hora de repartir
las ganancias.
La presencia de los niños hoy aquí en el
palco creo que es un llamado a todos en general, porque de nosotros dependerá
el futuro que les podamos dejar o ir desde hoy sembrando para ellos. Tampoco
olvidarnos de agradecer a nuestros mayores dándoles una vejez digna, acorde a
todo lo aportado por ellos en tantos años de trabajo y que hoy día después de
una década ha quedado despilfarrado por un desgobierno que se sigue habiendo
llamar nacional y popular.
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